miércoles, 22 de febrero de 2012

De mi propio valle de sombra y de muerte


"Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré ningun mal, porque Tú estarás conmigo".

En una de las pocas cosas que me sentía ganadora de pequeña, era en los concursos biblicos. Podía memorizar en ese entonces capítulos enteros de la Biblia y me encantaba participar en los esgrímas. Siempre perdía porque apretaba el botón antes que el presentador hubiera terminado la pregunta.(Señal que sabía la respuesta). Aprendí muchos versiculos y textos de asistir a la Escuela Biblica y escuchar a mis abuelos con sus devocionales de mañana y tarde. Ellos constantemente meditaban en la palabra de Dios, alabandolo en todo tiempo. Amaba escuchar los himnos y deseaba aprenderlos todos, para cantar con ellos en el comedor algunas tardes. Estos recuerdos míos se han vuelto tan hermosos en el tiempo, son altamente valiosos para mi vida, me contruyen, me levantan, me muestran que se puede vivir una vida de santidad porque ellos pudieron.El salmo favorito de mi abuela era el 91.

"El que habita al abrigo del altisímo,
morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo al Señor: Esperanza mía y Castillo mío.
Mi Dios, en quien confiaré.
El te librará del lazo del cazador,
de la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá
y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
No temeras el terror nocturno,
ni saeta que vuele de día,
Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del dia destruya.

Caeran a tu lado mil
y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará.
Ciertamente con tus ojos mirarás
y verás la recompensa de los impíos.

Porque has puesto a Jehová
que es mi Esperanza,
al Altisimo por tu habitacion,
No te sobrevendrá mal,
Ni plaga tocará tu morada.
Pues a sus angeles mandará
acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos.
En las manos te llevarán,
para que tu pié no tropiece en piedra.

El salmo continúa, y es una promesa preciosa, de esas para leer, releer y creer. Siempre. De todo corazón. Como saber si realmente estas creyendo con todo tu corazón? Pues lo sabrás en el momento de la prueba. En muchas ocasiones Dios pone nuestra fe a prueba. Sobre todo si se lo pedimos. Cuando pedimos fe, vendrán pruebas que ayudarán al crecimiento de nuestra fe. Es facil decir Señor, en Tí confío cuando todo va bien con nuestras vidas; Lo dificil es levantar nuestras manos y decir Señor, en Ti confío cuando nos encontramos rotos, vacios, totalmente solos en nuestro aparente lecho de muerte, en el silencio de la noche. Allí cuando parece que nunca volverá a amanecer es cuando Dios habla a nuestro corazon y recordamos sus promesas. Me amas? Le dijo Jesus a Pedro. Claro que te amo Señor. Me amas? Volvió a preguntarle. Claro que si! Una tercera vez le preguntó ¿Me amas? Pedro se entristeció porque pensó que Cristo no creía en el . Recordemos que Pedro se habia jactado de amar y seguir a Jesus pero luego, por temor, lo negó tres veces. Este fue un momento especial de restauración para Pedro. Dios busca restaurar nuestras vidas hoy día. El todo lo puede cambiar. Puede cambiar un momento traumatico, puede sanar dolores fisicos y del alma. No hay nada que Dios no pueda hacer, solo hay que creer.
Hace unos días, pasé por una tremenda prueba. Tremenda para mí, para mi percepción de las cosas. Tremenda por la incertimbre. Tremenda por tener que alejarme de golpe de mi hijo y no saber cuando volvería a verlo, ni siquiera poder despedirme ya que estaba dormido. Cuando entre en la UCI(Unidad de Cuidados Intensivos) empezarón a ponerme todos los aparatos por precaución, porque podian esperar un infarto, cosa que ALABADO SEA DIOS no fue así. Yo estaba aterrada. Había entrado en pánico. Experimentaba no otra cosa que un terror nocturno. Allí, en la mas profunda de mis soledades, sin ningun ser amado que tome mi mano, en un lugar donde podia respirarse la muerte, estaba El. Dios estaba conmigo. Comencé a orar y a reclamar en voz alta todos estos versiculos que aprendí de su palabra. "Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tu estarás conmigo". La cardiologa me dijo algo que sonó de lucha espiritual. "Tu corazón está como si estuvieras corriendo una maraton para salvar tu vida de unos lobos que te persiguen". Nunca una frase me sonó tan espiritual. Sola seguí reclamando palabras de vida para mi. Empecé a creer. De verdad. Ya no estaba tocando de oído el salmo 23, o el 91. Estaba pasando mi vida por un duro momento. "Tu estarás conmigo". "Tu estás conmigo". Empecé a cantar por lo bajo, con lo que podia de aliento, ya que no quería que ademas me internaran en psiquiatría. En eso note la claridad a lo lejos, en una ventana. Estaba amaneciendo. Una nueva esperanza surgía para mi vida. Estaba aprobando la prueba. Estaba creyendo en El. A pesar de los miedos, la incertidumbre, la soledad. Solo eramos El y yo y ahí estaba El sosteniendo mi mano. Solo lo pude sentir cuando empece a creer de verdad.Con toda mi alma. Este evento ha aumentado mi fe. Necesitaba crecer.Cambiar. Solo tocar el borde de su manto.
A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien.

Laura, me amas?
Laura, me crees?
Si Señor, tu lo sabes todo.
Con todo mi corazón.